miércoles, 1 de diciembre de 2010

Las Cosas de Antes

En el Atelier se pueden encontrar chaquetas, jerseys, camisas y vestidos vintage. Los miro y pienso que antes se hacían las cosas de otra manera. ¿Cómo pueden resistir intactos con el paso de los años? Y te fijas cómo cosieron esa lentejuela o ese otro aplique, te fijas en las costuras, muchas hechas a mano y ves que esa pinza o esa lorza están cogidas con máximo cuidado. 

No puedo dejar de compararlo con la cocina. Porque mil veces decimos y oímos que la cocina de nuestras abuelas es la mejor, la más rica. Y el ingrediente es uno, uno que hace que los macarrones de la yaya sean lo máximo y los tuyos nunca lleguen a ser lo mismo del todo, pues claro, el cariño. Yo le digo a mi abuela “Estan demasiado buenos yaya, pero es que te has pasado con un ingrediente” y ella, despistada me pregunta cual. Pues eso, cariño.
Cada día intento aprender de ello, cuando cocino, cuando hablo con mis hijos, mis amigos, cuando coso. Porque es curioso tener un mal día y que no te salga nada, tanto como sentarte, respirar y aplicar la mayor ternura en aquello que estás haciendo, entonces siempre sale bien.
Así que yo me he montado una teoría absurda, quizás. Y es que aquellas cosas que resistieron intactas las hizo alguien con ese cariño que perdura en el tiempo. Y las miro, y mi mirada tiene, en ellas, una adoración implícita.


Hemos medio acabado el espacio para la fiesta de mañana, y yo me he ido corriendo a encerrarme en el taller. Hoy ha sido complicado pararse un momento a saber como iba a continuar mi tocado azafata.
Pero finalmente llegué, cerré, me pegué a la estufa y miré mi lote de flores antiguo en la caja de sombreros. Y lo vi claro, un ramillete de rosas chocolate de terciopelo me han dejado terminar el trabajo...







Mañana jueves estaré todo el día en Mercantic (www.mercantic.com), si no me veis es que estoy en el espacio El Siglo (www.elsiglo.cat) ultimando los detalles del showroom.

Besos llenos de cariño

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