miércoles, 8 de diciembre de 2010

El Viaje de Chihiro

Los miércoles es mi día de estar todo el día en Mercantic. Hoy se sumaba que era festivo, y  la poca gente que ha venido a trabajar ha desparecido a las dos de la tarde. Así que la tarde solitaria. Pero solitaria solitaria. La cosa es que ha sido genial. He cosido como una poseída. He acabado mi bombín


Y se lo planté a mi maniquí preferida


Y lo mejor del bombín no es ese encaje maravilloso antiguo e intocable, lo mejor no son las perlas que lo coronan, ni el aplique de hojas negro y plata.
Lo mejor es el corazón


Y es que en su centro (que en la foto no se ve del todo) dice "recuérdame"

Recordar está bien.
Me he sentado en el pollo de mi puerta, que para quien no lo sabe es una especie de descansillo de obra típico en las casas andaluzas. Donde se hace la charla y todo eso.
Pero hoy no había charla. Hoy había tranquilidad absoluta. Ni máquinas lijando, ni soldando, ni nada de nada.
Y miré el mercado y era el escenario exacto del viaje de Chihiro, parecía que en cualquier momento podrían encenderse los farolillos y dar comienzo a un desfile de eminencias.
Pero en vez de eso hubo un golpe de viento, y las hojas de los árboles cayeron a lo bestia mientras yo miraba alucinada y fumaba mi último cigarrillo.
Después volví al tajo y de nuevo cosí.
Y me salió esta cosa bonita

Y la moraleja es.... que bien me lo paso.
Que esto es lo que nos llevamos, los buenos momentos. Que los malos los cura el tiempo y en el tiempo se quedan. Los buenos siempre se recuerdan. Y ahí volvemos al bombín...
"recuérdame"








1 comentario:

La Ryta dijo...

En cuanto llegue ahora dentro de un ratito me planto ese bombín!!!!!