viernes, 28 de diciembre de 2018

Santas e Inocentes


En manos de la tierra, en el regazo del mundo, en los ojos del Guadiana y de todos los ríos


En el precipicio del mar abierto, en la gota malaya de la ola, en la justa medida y consideración del viento, en el veneno mortal del aire y el placer del sol de invierno.

En el barrizal y en todos los corrales 
donde bailan bestias que no saben a dónde van.
En la Ap7 y en el camino de piedras,  
en el tronco de la hiedra y de la buganvilla armada. 
En la soledad amada y en tan buena compañía.


"Preparadaslistasya" para la avalancha.

Hace tiempo que habitamos  el alud.
Preparadas para vivir acurrucadas en el lugar más frío.
Hemos sido muy obedientes, grandiosamente obedientes, de matrícula de honor y deshonor.

Preparadas para la inmersión y para que, por fin, todo sea azul menos nuestros golpes.

Hay  bombas que viven en nuestras miradas
 Bombas que programaron tras nuestras pequeñas pupilas, pupilas adolescentes, adultescentes pupilas,  mujeres y señoras pupilas a las que seguimos dando brillo desde que algún terrorista dejó en jaque y mate a nuestra inocencia brillante


A base de zapatear, correr, alicatar, reír y de frotar, es el mal el que se va rodando por la mejilla púrpura.
Son nuestras lágrimas las que van rodando por todas las mejillas púrpuras. 
Tragar saliva y cogote. Nuestras lágrimas se hacen parque acuático de toboganes en bucle, deslizándose entre pecho y espalda llegan a un corazón que, con mucha suerte, sigue vivo y cristalino.

La tristeza de mis ojos no eres tú
La tristeza de mis ojos viene de lejos,
Cuando las grandes mujeres de mi tribu
Murieron mil veces bajo yugos como el tuyo


A ti ya no te podemos más,
debemos gritarlo porque parece que te hayas acabado y, de pronto, vuelves a estar en las noticias,
en casa de mi vecina, en la escuela, en las manos de una abuela, en la caja de un supermercado y etcétera.
Y vuelve a morir un hada frente a la incredulidad del mundo  


Hombres, mujeres, niñas y niños:

En esta vida estamos para aprender a amar,
A AMAR
A amar tan fuerte que se oiga.

En manos de la tierra, en el regazo del mundo, en los ojos del Guadiana y de todos los ríos. En el precipicio del mar abierto, en la gota malaya de la ola, en la justa medida y consideración del viento, y en el veneno mortal del aire y el placer del sol de invierno.

Aquí y en la china conchinchina.

Por un mundo en que las relaciones estén basadas en el respeto, la libertad, el placer, la protección y la empatía. Por un mundo donde sepamos mirar con el amor que nos merecemos.
 Feliz 2019
*a las mujeres y hombres que amo, gracias

Anna sense Blaus