sábado, 30 de junio de 2012

Hola Destino

(carta a I)
Ahora puedo entenderlo

esta foto bonita la saco de este  lugar

Te encontré y sabía lo que se me venía encima. Lo anuncié a toda una mesa de conocidos e íntimos. Eras tu. 
Y entonces tu tenías los ojos tan negros y tan inmensos como un réquiem. Te había cruzado cuatro años antes, si, cuando tus ojos eran verdes como madreselvas, pero te perdí la pista el último año, justo antes de que empezáramos a odiarnos con tanto amor. 
Eres mi contradicción más adictiva. Resultas siempre tan familiarmente desconocido. 
Luego te me metes dentro. 
Hace un par de veranos buceamos Castelldeferro, y tu te enfadaste porque yo me escapaba y era carne de chiringuito y de mi teclado y de la caña con pescaito frito. También recuerdo las caricias desmembrándome. Arrancando mi brazo escribano, mi pupila espectante. Nunca hubiese imaginado el placer de tu ombligo lejano. Y siempre vuelves, siempre. Siempre vuelves y disparatas todo. Tu, solo tu, con tu mirada multicolor. Con tus cuadernos de vida y una sentencia.

Mi cuerpo, ahora, solo te encuentra si apaga el azul bajo el párpado. Si logro borrar los edificios, las montañas y los caminos. Solo te encuentro dentro de las palabras, de las letras, de tu voz inusual que solo reacciona cuando grito y entonces solo dices "hola"



Y yo suelto en un respiro "hola destino".

Bona nit y mañana todos a Mercantic...



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