sábado, 21 de enero de 2012

En la Punta de la Lengua



La melancolía y las dudas empezaron a quedar en la punta de la lengua, en el emisferio oculto de una cabeza loca, como esos sueños a los que les quieres poner palabras y se van escapando entre esa distancia que nadie conoce


La nueva casa le encantaba. Un olivo, un membrillo y el tintinear de los herreros que habían pasado de ser los vecinos de enfrente a los de la parte de atrás, pared con pared. Entonces con Pedro Villegas, su nuevo vecino de al lado, se deleitaban, una tarde una y la otra el otro, con boleros y músicas de las de carpeta de pintar. Inspirar pasaba de ser el simple gesto de coger aire a una manera de recogerse en el arte y derrochar creación… pared con pared.


Y fue dejando de ser la flaca ( aunque su amigo argentino siguiera dirijiéndose a ella así eternamente) a ser Anna, Anna Blau para sus tocados, para los objetos reinventados

venut

Todo merece, aunque sea, una segunda oportunidad.
“Me gusta que mi puerta esté abierta, eso es verdad. Ver pasar a Abdulah al Gardelius o mi querida Paz de Vishuda (www.vishuda.com) y muchos más. Pero he tenido que cerrarla y allá voy a acabar el dicho, a puerta cerrada he currado de lo lindo y así me ha dado por pensar en aquello que me decía mi madre en cada chasco, que una puerta se cierra y cientos se abren.” Del post Una puerta se Cierra

Mañana domingo y día de mercado
Vino Caliente, canela y Cardamomo
Domingo de caña y rumba catalana
De jazz que se encuentra en el rastro del pan duro

Ven a cantarme algo, anda....

LOVE

2 comentarios:

Tula dijo...

Me ha encantado tu texto. Desde luego, el ambiente parece muy inspirador. Con lo de la puerta abierta y la gente pasando no sé por qué me ha venido a la mente la casa de Neruda en la película El Cartero de Neruda. Y lo del jazz que se encuuentra en el rastro de pan duro... Me has inspirado!
una besazo y sigue escribiendo tan bonito.
Tula.

anna blau dijo...

ostras Tula, me haces feliz. Viva tu inspiración y leerte día si día también. Anna