domingo, 1 de abril de 2012

Dancing in The Dark

Abro una caja
La compré sin saber ni cómo ni cuándo ni dónde. A veces lo hago. Puro placer. 


Cuando hay una caja en el patio de subastas lo normal es inspeccionarla. 
Abrir, toquetear y finalmente regatearle un poco al tesoro. 
Hay objetos que me llaman y yo les atiendo ciégamente. 
Como con el amor... ciego
En mi defensa he de decir que los aciertos tras la oscuridad son sublimes


La caja hablaba de una mujer. Dentro de la caja más cajas, perfectamente ordenadas. 
Una de hilos, una de agujas, una de apliques, una de plumas, una de fotografías. 

 


Casualmente hoy, fotografías de mujeres con pelucas y postizos 
Precisamente hoy que yo llevo el postizo que se arrebató mi madre a sus 25 primaveras y que guardó con cariño sin sospechar si quiera que un día yo, sería feliz usándolo.


Reivindico la peluca, el postizo y todas las cosas que nos diviertan
Reivindico apostar, de vez en cuando, por cajas cerradas y por amores imposibles.

LOVE

No hay comentarios: