martes, 5 de noviembre de 2019

Sobre Los Amores Imposibles


No es que no te quiera ahora, te amo más. Pero el tiempo nos ha enseñado que no estar no es sinónimo de no tenerse. Te quiero, de hecho te quiero más.
💋
Los amores imposibles  se  presentan como epifanías.


Los amores imposibles vuelan en círculos mientras lejos de echar a correr, desde abajo, las presas los miran y admiran.
En un cambio de rol cazador-cazado, son particularmente difíciles de apresar, difícilmente soportables y utilizan sobremanera palabras larguísimas como siempre o  como nunca o como la que lo define: imposible.



Hay amores imposibles que al mirarse y reconocerse se ciegan completamente y no pueden más que abrazarse, entonces tiembla el concepto hasta desvanecerse y convertirse en un fuego artificial que se queda aplastado en el cielo de la noche como una constelación que te da el norte, el abrazo es un antídoto efectivo pero ojo, no tiene garantías.

Es caso común que al simple destello de un amor imposible uno salga por patas hacia el fuego de un hogar, que se desmaye a las faldas de una sopa y que su corazón deje de latir para dar paso a un sobre funcionamiento del cerebro que desemboque en una vida sin sobresaltos, con cierto orden y un decálogo de buenos días, de a qué hora se cena y camas cómodas y separadas, en ocasiones, por la infidelidad.

💣

 Tres de cada diez personas recomiendan fervientemente un amor imposible,
las otras siete piensan que están locos.

Los amores imposibles tienen entre una y siete vidas, aunque no necesariamente se vivirán todas. Según de qué clase de amor imposible se trate, puede acabar con su salud a primera vista. Se le llama "muerte súbita por amor imposible"
y duele.

Cada amor que pasa provoca efectos secundarios en el siguiente.
Se pueden sufrir alucinaciones,  una apariencia más estable y firme, terribles delirios de grandeza respecto a los que, simplemente, no aman.



Cuando uno no tiene consciencia del lío en el que se ha metido esto provoca cierta aversión al siguiente amor imposible pero eso no hace, necesariamente, que este no se viva de nuevo.

Amar es dulce, amar es tierno y amar es, definitivamente, adictivo.

  Los amores imposibles se tienen respeto, si no, no son amores, solo son imposibles.
 Hay reglas y hay riesgos.
Se dice que hay personas expertas en darles caza, en apresarlos, redimirlos para reír cada día al desayuno de aquel adjetivo pretencioso.



Imposible no existe.
Una playa sin mar, simplemente, no es una playa.
Y un amor es un amor
y siempre es posible.

El abogado defensor en su speech final:

- ¿No es más cierto, señoría, que imposible solo es un adjetivo utilizado con sorna por el rico en amor para que el pobre siga pobre? ¿no es verdad, señoría, que el capitalismo del amor ha creado guetos de soledad y miedo?
No hay pobre que tenga una bañera con patas y si la tiene debe pagar por ello.

No tengo más preguntas, señoría.

(Lo que dijo la parte acusatoria no puede ser mostrado porque no es legal ni necesario)

Finalmente el jurado popular dice:

El concepto amor imposible es un producto creado para los que nacieron sin amor y no saben que lo merecen y eso no está contrapuesto a la naturalidad con la que viven los amores del que nació colmado y que, por lo tanto, resulte amar y ser amado tan normal como caminar a pronta edad.

El juez (con la mano en la frente) dijo:
Malos tiempos para el verbo merecer aunque el amor pique piedra.

La sentencia fue confusa, difusa y nada aclaratoria.
Cuando se le presentó al pueblo y desde el Ministerio de Compasión, se lanzó una oración desde los altavoces de la gran ciudad a la que dio vida la voz aterciopelada y airosa de la jueza de paz:

Que el amor imposible no se convierta nunca en un amor fallido

In šāʾ Allāh

P.D



Fin del cuento

2 comentarios:

paco hurtado dijo...

Una vez más, me quedo con (este) uno de tus cuentos...

Anónimo dijo...

Gracias Anna por invitar a pensar y a descubrir.

Los cuerdos reniegan de los amores imposibles, pues dicen, nos llevan a ninguna parte.
Los otros tres de diez cabalgamos a veces apresados a lomo de esa energía, como dices no siempre fácil de soportar.
Pero los abrazos son siempre positivos, los dejes plantados o arranques de un cuajo las raíces.
La energía fluye y de eso se trata.
Fluir.
Y sobre si las epifanías merecen manifestarse o ser manifestadas, no dejemos ni a los abogados, ni a los jueces ni a los jurados meterse en el asunto.
El amor es cosa de personas, no de roles.
Grumete