lunes, 16 de mayo de 2011

Se Busca




Me desperté domingo pensando en aquel vestido con mis botas de agua. Iba a caer un chaparrón, ya os lo dije. El día anterior ya no quedaba ni una prenda en el tendedero y habíamos montado un zafarrancho en el ropero con tal de que  cupiera la siguiente lavadora.
Pero lo dije también; la primavera viene así y asá, como quiere. Y el domingo no quiso llover, ni chispear, ni siquiera nublarse. El domingo, como dijo un grupo que escuchaba adolescente “sol y buen tiempo”. Y se me rompió el estilismo y me vestí de esa guisa de ni frío ni calor.
Yo llegaría al mercado a las 9, quizás y media. Me pasé a ver a mi Nati y no pude más que comprarle aquel biombo que solté “sense solta ni volta” en el anterior post.


Me había traído flores antiguas, de esas de terciopelo por las que yo suspiro. Yo le llevé una toquilla y charlamos hasta las diez sobre mi semana y la suya.
Mis flores azules estaban fosforitas de la lluvia pasada y el sol. Mis hortensias, aviso, están a punto de estallar.

Y monté mi parada como quien adorna su casita de recién emancipada, con el cariño que se me suma cuando me da por poner ese cuadro allí y no allá. Me chifla ordenar mi desorden y plantarlo en mi nuevo jardín.
Mi biombo nuevo debajo del membrillo , colgaban de él la bata maravillosa y el corpiño de encaje negro y dorado. Justo en frente, la plancha forrada de aquella tela negra con flores, también negras, bordadas.





 La chistera del conde, el bolso- costurero años 40, corbatas de encaje y mi maleta neceser años 30 con el abanico publi de la última moda del 27. Mi atelier tiene nuevas (viejas) cortinas. Con un encaje quemado que se rasga si lo miras más de 33 segundos seguidos. Ellas me protejen de esa lluvia de polen que parece una nieve de dientes de leon, tan preciosa y molesta a la vez.


Y el domingo genial como siempre. Pasó Yolanda, pasó Ceci y Merce. Pasó Lorda y familia al completo. Cosí el  tocado que os muestro en la tercera foto mientras al paso conocido y desconocido iban desfilando algunas cositas que ya no veré, y quizás si, quien sabe.
A última hora danzé por el mercadillo buscando una regadera bonita para mis flores y sin querer me topé con un espejito de mano un poco atrotinado. Lo miré, me miró, y supe que me había encontrado.


Después, justo antes de recojer, me senté en frente de mi caseta con mi nuevo espejito en mano. Miré todas esas cosas “mías” y me di cuenta de que todo aquello que tengo, todo ese “mi Atelier”, de algún modo... me ha encontrado. 

BoniTa Semana A tOd@s!!!

1 comentario:

lorda dijo...

Gràcies guapísima!!!!!!
lo bó d'anar a Mercantic es que quan tu expliques les coses jo les veig, llegeixo i veig la pel.licula, la teva, la meva.
Un petonet i molt molt bona setmana per tu i els teus
lorda