Tras la mirilla te observo
Tienes los ojos cerrados. Pero no cerrados y muertos. Cierras los ojos como si te corrieran dentro todos los pensamientos juntos.
Se te amontonan, desordenan y acumulan.
Ni un temblor en los párpados.
La serenidad reinando el rostro como una sábana de franela que protege del frío a todos los sueños juntos.
Atravesando el pequeño cristal estás ahí, voy a tocarte, sin la menor duda de que puedes volver a esta realidad sin inmutar tu calma.
¿Cuántas veces tus ojos pedían descanso?
Ojos
Los colores tienen un peso indefinido pero considerable, eso es de dominio público.
Y tu te empeñas en llevarlos todos, los colores, digo. En esa mirada tuya, tan viva y profunda.
¿Cómo no ibas a agotarte de vez en cuando?
Amiga, cómplice y compañera,
solo deja que esa mirada se acaricie,
que los sonidos pasen sin que te causen dolor.
Las risas están contigo,
Te adoro Silvins
(ponte buena pronti, si?)
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