martes, 29 de diciembre de 2015

Las Últimas Hojas


"y se volvió a asomar el conejo en el camino. 
Esta vez se encontró de frente con aquella humana incommensurable que día tras día atravesaba la montaña. 
El conejo se lanzó sin remedio en el aire, cayó de culo en medio de la floresta y le dijo a la enorme criatura - ¡me has atrapado tan bien, enorme criatura! Has llegado hasta mí con zapatos que engañan a las últimas hojas de otoño y solo por ello merezco morir. 

collage para la expo "correspondències" "Natura Viva"
Y la criatura se rió con fuerza y esta vez volaron los estorninos que dormían hasta la hora del té. La niña, al reírse, convocó a todas las formas que se esconden en las piedras y en los árboles. Se rió tanto que ningún humano más se atrevía a pasar por aquel camino. 
El conejo la miró sonrojado porque comprendió que había dicho una gran tontería, se acercó a recoger tras la oreja de la chiquilla el mechón de pelo que pintaba su mejilla y cuando a ella se le iluminaron los ojos, aún más, el conejo le dijo en bajito 
- Hasta mañana. 


 Brindaré por ti, la mujer bella que desapareció en octubre y que marcó claramente el ecuador entre la vida y la otra vida. Creo que no nos dimos cuenta de que habías envejecido
...
Morirte cuando ya pensabas que cada uno podríamos seguir,
un detalle de abuela que a nosotros nos parece un "error de cálculo" que se convertirá sin remedio en el avance preciso
...
Implícito va el brindis a la familia deconstruida que lucha con fuerza.


Brindo por el taller que cerré, por las horas que me cuesta recolocar todo aquello dentro de mis manos, un espacio tan subjetivo que a veces me encierra o me lanza sin órbita a universos infinitos.


Brindo por las amigas y los amigos. Los que están y los que pasaron de largo. Porque todos tengamos capacidad de disfrutar el camino, de aparcar sobre la luz, de no romper demasiado las bolas con las quejas y aceptar las cañas en horas intempestivas.
Y de nuevo brindo por las amigas y los amigos que están, porque se merecen toda mi admiración, mi escucha, las risas, las charlas, los llantos, mi tiempo y mi amor.



Brindo por el París que nos recoge para recibir el 2016 a lo grandioso

 

Brindo por la naturaleza de las cosas, por saber decir que no. Por saber luchar a placer contra piratas y fantasmas y por el placer de amar sin condiciones. Brindo por mis hijos y por los padres que los parieron conmigo. También brindo por los amantes y por los amores imposibles, por los idealizados y por ensanchar el espacio coronario y dar paso a más y mejor.  Brindo por todos los hijos de mis amigos, por sus miradas dulces e inteligentes.
Brindo por la naturaleza, por la tierra, por los ríos y el mar y todas las formas del agua.

muriel parra y yo en el impossible festival
- volar-

Brindo por la inspiración y por el arte y por tener cosas que contar y cosas que escuchar.
Brindo con el deseo de tener una casa en el campo, pequeña y con uno o dos árboles que abrazar. Brindo porque mi trabajo me haga sonreír cada día y que me desarrolle plenamente creativa y emocionalmente. 
Nunca dejaré de brindar por la ñoñería y el descaro de declararse amante de las cosas bellas, de la magia y de la liviandad.



Los mejores deseos para un 2016 lleno de 

poesía
amor
y
humor
y
paz

Gracias a mi Manu y a su Max, Aida, Debbie, mi Sonia, Muriel, Natàlia, Silvia, Cristina y mi María Lladó. Mar, Pere, Ramón, Rafel, Manu, Alex, Mireia, Virna, David, Ami, Ricard, Angelina, Jose, Marcos, Lupita , Roc, Chri, Ferran, Nanuk, Luna, Kenji, Nora y María, Marc y Pau, Núria, Adela, Lali, Popi, Tere, Paoliña, Carlitos, tieta Eva, Yvonne, Eugen... y por todos los que vais llegando a pasitos pero que se os ve el plumero, que se os huele... GRACIAS por hacerme la vida más grande.

LOVE & HATS


Anna Blau