domingo, 18 de octubre de 2015

Sur

"Uno de los secretos de la vida es que lo que realmente vale la pena es lo que hacemos por lo demás."
Lewis Carrol


Mi ría desemboca en un país del Sur, 
allá donde te crían los mineros , donde hay señor y criada, donde grandes calabazas se duermen en la tierra y se pelan las habas en el huerto y se comen crudas. 
Sigo a una sonatina de cascada que sin pérdida me lleva a tu mano,
la mano más tocada, más sentida y conocida,
Aquella que me hacía las trenzas y el caldo y las croquetas.
la mano que aún me sujeta el atardecer del día que cayeron todas las hojas de los árboles.

Triste octubre que se va poniendo como un sol que se va, como tu que te has ido.


Hoy miramos al infinito
intentando buscar ese lugar de encuentro que nadie conoce.
Ahora se leen las mariposas y los estorninos dibujan las manos que se entrelazan. Todo resulta una señal que nos dejas, es más complejo ahora que todo lo tenemos que interpretar. En mi caso tiendo al riachuelo que cruza Macondo, a Barrabás y a Régula. No me pidas por favor que lea prospectos o estudios de mercado en las piedras que usas con estrategia, en las hojas que dejas flotando a la altura exacta desde donde nos miras.   

Hoy miramos al infinito pensando que, más allá, ya existe alguien para guarecerte cuando se te parta el alma y abandones la coraza para volar definitivamente.
... Bromearás diciendo que la sopa se ha quedado helada, que cuántos somos para comer...


En mi país del Sur están las madres que corren, que sueñan, que cuidan, que desperezan a los niños y los visten y los besan.
Y vuelan los domingos hacia una nueva semana que me invento:

Lunas
Amarte
Muérdeles
Llueves
Vienes
Salvados
y
Dormimos

Feliz Vida